NY Parte 1
No he tenido tiempo (mas bien ganas) de escribir anda estos últimos dias, así que os pondré un poco al tanto de como me fue el viaje a Nueva York, aunque por fascículos, como los coleccionables del País, empezamos con el viaje de ida.
El viaje de ida fue bastante ajetreado, todo gracias a la cortesía de IBERIA que se empeño en hacer del viaje una experiencia totalmente surrealista.
Todo empezó en el Aeropuerto de La Coruña. Nada mas llegar, nos fuimos a facturar el equipaje y a formalizar los billetes, y cual es nuestra sorpresa cuando nos dicen que el vuelo a Madrid se retrasa y por ello perdemos la conexión con Nueva York, dado que al tener que cambiar de terminal y pasar por los controles no había tiempo material. Lo mejor es que no se retraso el vuelo por niebla, ni por problemas en el avión ni nada de eso, fue mucho mejor, se retraso por ¡Falta de tripulación! La chica del mostrador, nos dijo que en compensación nos daría plazas en Business Class para todos en el siguiente vuelo Madrid-NY, que salia un poco mas tarde, pero eso si, en ese momento solo podía darnos 3, y la 4ª nos la darían en Madrid.
Cuando llegamos a Madrid nos fuimos felices y contentos a cambiar el 4º Billete, que iba en clase turista por el de Business Class en el mostrador de Transito, donde una amable “Chaqueta Roja” de Iberia nos…¡Quito todos los Billetes! dejándonos a todos en clase turista y diciendo que todo era un error de La Coruña y que dicha clase estaba llena (Cosa que mas tarde comprobamos no era verdad) Pese a la insistencia en que nos devolviera los billetes que ya teníamos, la susodicha se negó y acabamos uno en la cola del avión, 2 juntos en la 1ª fila y otro en la 1ª fila pero a un lado.
Como habíamos perdido la conexión, les dijimos que tendrían que hacerse cargo de nuestra comida, y las “simpáticas” chicas nos dieron un bono por un menú del día. Al llegar al restaurante del Aeropuerto y mostrar el bono, nos pusieron en la zona reservada para los desgraciados que pierden su vuelo, y nos preparamos a degustar el exquisito “Menú Iberia”, que constaba de una crema de verduras horripilante, un zanco de pollo asado y una tarrina de helado. La verdad es que gracias a que los camareros se portaron muy bien con nosotros, la comida se hizo mas soportable, al cambiarme la crema por una ensalada y el helado (malisimo) por un flan que estaba bastante decente, cosa que en principio no debían hacer pues no formaban parte del “Menú Iberia”
Cuando embarcamos en el avión, un Airbus A340 para mi desgracia (Tenia ganas de volar en un 747 Jumbo) las cosas no hicieron mas que empeorar. En mi sitio había una pareja de ingleses con un bebe que decían que querían mi sitio, y cuando estábamos en negociaciones para con una azafata para dejárselo (siempre que pudiéramos ir los 4 juntos) apareció otra azafata preguntando por mi madre y diciéndole que si le cambiaba su sitio a un chaval con la pierna rota…. Excuso contar como hicimos para solucionar el tema, solo decir que nos dieron 2 plazas en Business Class (Que obviamente no estaba llena) y fuimos 2 en turista juntos y 2 en Business.
Además, lo curioso es que el sitio del chaval con la pierna rota, le pertenecía porque según nos explico la madre, lo había reservado hacia ya tiempo y todos los días llamaba para confirmarlo. Pese a eso, Iberia se lo quito y nos lo dio a nosotros tan solo 2 horas antes del despegue.
El resto del viaje fue sin incidentes, yo fui la 2ª parte del vuelo en business y es una gozada, además 2 filas por detras estaba una top model española cuyo nombre no me acuerdo.
Mañana mas (o no….)
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